Espacios de trabajo seguros y libres es el objetivo de la campaña de USO con motivo del 28 de abril, que este 2025 tiene como lema “STOP Violencia en el Trabajo”

La creciente incidencia de la violencia y las agresiones en los centros de trabajo son, lamentablemente, una realidad  una realidad inaceptable que vulnera los derechos fundamentales de las personas trabajadoras. La violencia en el ámbito laboral no es un problema aislado ni excepcional, por eso centra la campaña de USO. Se trata de un fenómeno estructural que, en muchos sectores, ha sido normalizado o minimizado, dejando a las personas trabajadoras en un estado de indefensión.

Desde el sector sanitario y educativo, hasta el comercio, la seguridad, el transporte y la administración pública, los casos de agresiones por parte de usuarios, clientes, alumnos, mandos y superiores o, incluso, entre compañeros de trabajo son cada vez más frecuentes. Sin embargo, en muchas ocasiones, estas situaciones son invisibilizadas o mal gestionadas, lo que perpetúa la impunidad y la desprotección.

Tipos de violencia y sus cifras

La campaña “STOP a la violencia en el trabajo”, identifica cuatro tipos de violencia:

  • Física: golpes, empujones, agresiones con objetos. Un 2,1% de los trabajadores reporta agresiones en el entorno laboral (INSST, 2021).
  • Verbal: insultos, gritos, amenazas.
  • Acoso psicológico: intimidación, aislamiento, humillaciones. El 9% de los trabajadores en España afirma haberlo sufrido en alguna ocasión.
  • Acoso sexual: comentarios o conductas de naturaleza sexual no deseadas. Según el Instituto de la Mujer (2022), el 17,3% de las mujeres trabajadoras ha experimentado alguna forma de acoso sexual en el ámbito laboral.

Según el informe del INSST de 2023, la violencia en el trabajo ha aumentado en los últimos años:

  • El 15% de los trabajadores en España ha sufrido algún tipo de agresión en su entorno laboral.
  • El 22% de las mujeres trabajadoras ha denunciado acoso laboral, frente al 10% de los hombres.
  • El 35% de los trabajadores del sector sanitario ha sufrido agresiones verbales o físicas por parte de pacientes o
    familiares.